El dibujo del otro mediante la mentalidad del cubismo supone un esfuerzo considerable, porque implica renunciar a la diferenciación entre la figura y el fondo, tambien exige una destreza que permita simplificar el rostro (mediante formas reconocidas como boca, nariz, ojos, orejas, etc) y luego realizar diferentes operaciones (traslacion, giro, etc...)
He visto que en cierta medida los compañeros atacaban el problema, empezando por el final, es decir, muchos de los dibujos de partida ya tenian apariencia cubista pero carecian de un conjunto de capas de proceso, de tanteo, etc. Mi problema particular es el de que no era capaz de desprenderme facilmente de los figurativo. Tuve que borrar varias veces el dibujo antes de empezar a ver las simplificaciones
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